¿Era Manco Capac
japonés? Esta divertida pregunta aparece en varios artículos que por motivos
que no vienen a cuento, me he ido encontrando durante algunos años. Solo suponerlo y atreverse uno a comentarlo
entre amigos podría ser suficiente para ser el punto de burla del fin de semana
o en el mejor de los casos, llenar unos minutos de aburrimiento un domingo por
la tarde con algún cuñado al que no le guste el fútbol.
¿Pero era en
realidad japonés? Esa es sin duda la hipótesis que lanza en 1927 Francisco A. Loayza
en el libro Manko Kapa. El fundador del
imperio de los Inkas fue japonés, donde complementa esta hipótesis con una
serie de datos, que sin poder ser definitivos, a lo mucho, son curiosos, y nos
da sorprendentes coincidencias que para ser sincero, provocan una sonrisa más
que una sorpresa.
En una entrada
del blog Anécdotas de Moleskine, cuyo
link dejo más abajo, el arquitecto Carlos Zeballos, hace un interesante
análisis del mencionado libro, explicando punto por punto las coincidencias,
probables pruebas y atacando sin piedad ahí donde la hipótesis es más débil.
Son cuatro entradas, así que al ser un trabajo bastante largo, voy a intentar
simplificarlo aquí:
La leyenda dice
que Manco Capac y Mama Ocllo, salieron de las aguas del lago Titicaca. Manco
Capac llevaba una barra de oro y les había sido dicho que el lugar donde coloque
y se hunda esa barra de oro, se convertiría en el centro de una nueva
civilización. Dicho y hecho Manco Capac, fue y fundó Cuzco o Qosqo.
Según Francisco
A. Loayza la verdadera historia sería así: Un grupo de japoneses, habrían
llegado hasta las orillas de Arica, dejándose llevar por corrientes marítimas.
Toman tierra y caminan hacia los Andes y llegan al lago Titicaca, donde deciden
fundar una nueva civilización. Ni más ni menos que la cultura Inca.
Pues bien. Como es
lógico a Manco Capac y a Mama Ocllo se les considera los padres del imperio
incaico, pero Francisco A. Loayza considera que el nombre Titicaca, no
representa bien el lugar de origen de estos semidioses. El quechua y el aymara,
rebuscan diferentes hipótesis sobre el origen del nombre del lago y no llegan a ponerse de
acuerdo. Pero ahí levanta la voz el autor del libro y dice: En el idioma
japonés al padre se le dice Chichi (父) y a la madre Haha (母). Así que siendo que de ahí
salieron los padres de la civilización inca, bautizaron el lago como
ChichiHaha, que a través de la evolución fonética se transformó en Titicaca.
No se quedó ahí.
Propuso que la palabra Inca, que no denominaba al rey, sino más bien a los de
clase más alta, provenía de la palabra japonesa Inca (允可), que significa, según él, autoridad (el diccionario no está de acuerdo con el Sr. Loayza)
En Mama Ocllo,
propuso que proviene de la palabra común “mama” y que ocllo provenía del
japonés “princesa” (王女) y que se pronunciaría "ohjo" Hace también
recuento de cómo los cronistas españoles narraron que los incas eran diferentes
al resto del pueblo. Que eran blancos, que hablaban otra lengua, etc.En fin, intenta utilizar como pruebas para su hipótesis una serie circunstancias que muchas veces son eso, meras coincidencias. Aunque muy entretenidas, eso sí.
Dice mucho más Francisco A. Loayza, en defensa de su hipótesis. El arquitecto
Carlos Zeballos, si bien considera altamente improbable esta hipótesis, la afronta
con seriedad y le pide metafóricamente que explique cómo es posible que unos
japoneses que venían de un Japón de samuráis, no hayan traído conocimientos
como el uso de la rueda, la escritura, o incluso un rudimentario uso de la
espada.
Si desean leer un poco más sobre este
tema les recomiendo el siguiente enlace. O incluso la lectura del libro, si tienes la suerte de encontrarlo.
http://anecdotasmoleskine.blogspot.com.cy/2009/02/fueron-japoneses-los-incas-i.html